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Subvenciones directas o deducciones fiscales. ¿Qué ayudas pedir para renovar las ventanas?

Las subvenciones directas o las deducciones fiscales sirven precisamente para que cambiemos de una vez nuestras ventanas y podamos así ahorrar en la factura de la calefacción y, además, colaborar en el cuidado de nuestro Planeta.

Las altas temperaturas que se han mantenido estos primeros días del otoño nos han salvado de la factura de la calefacción. Pero ya viene el frio y la calefacción se hace indispensable, especialmente si nuestras ventanas no tienen un buen cierre que deja entrar el frío. Las subvenciones ayudas sirven para que cambiemos de una vez nuestras ventanas y podamos así ahorrar en la factura energética.

El IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía) mantiene que el mayor gasto energético se concentra en la calefacción, por encima de la refrigeración. Se calcula que puede representar el 71% de la factura de la luz.

Ayudas para el ahorro energético

El Plan de Recuperación para mejorar la eficiencia energética del parque de vivienda en España supone una gran ayuda para la sustitución de ventanas en vivienda habitual o en aquellas destinadas al alquiler de vivienda habitual. Con estas ayudas, podemos conseguir por ejemplo:

  • Mejorar el aislamiento de las ventanas; lo que puede significar reducir el gasto en luz en un 20%.
  • Instalar un sistema de aislamiento térmico; que puede reducir el consumo energético hasta un 60%.

Para lograr estas mejoras, existen dos tipos de ayudas: la subvención directa y las deducciones fiscales. Ambas son compatibles y pueden suponer hasta la mitad de lo invertido.

¿Cómo se piden las ayudas?

Subvención directa: Se puede llegar a acceder a una ayuda a fondo perdido de hasta el 40% de la inversión realizada y un máximo de 3.000 euros. Eso sí; la inversión mínima para acceder debe ser superior a los 1.000 euros por vivienda. Además, no tributan en el IRPF.

Estos apoyos son competencia de las comunidades autónomas y requieren la presentación de la siguiente documentación:

  • Formulario de solicitud (cada autonomía tiene el suyo);
  • Documento acreditativo de la propiedad de la vivienda o el contrato de alquiler
  • Acuerdo de Representación (si contamos con gestor energético)
  • Certificado de Eficiencia Energética (anterior y posterior)
  • Descripción de las ventanas y justificación del cumplimiento del Código Técnico de Edificación (CTE)
  • Presupuesto detallado (IVA, mediciones, materiales, mano de obra…)
  • Declaración responsable
  • Plano del emplazamiento
  • Fotografías de las fachadas (anterior y posterior a la reforma)
  • Certificado de empadronamiento
  • Facturas y justificantes de pago de la obra realizada.

Deducciones fiscales: Las deducciones fiscales exigen que se alcance una reducción de la demanda energética de calefacción y refrigeración de, al menos, el 7%. En este punto, el cambio de ventanas suele bastar para cumplir con este requisito aunque para acreditarlo hace falta el Certificado de Eficiencia Energética correspondiente.

Si es así, la deducción en el Impuesto de la Renta puede alcanzar un 20% de lo invertido hasta un máximo de 5.000 euros. Es decir, la reducción sería de 1.000 euros.

El gestor energético

Si te parece complicado preparar esta documentación, es importante que sepas que el coste de gestoría es subvencionable. Un gestor energético como WOLLY puede facilitarte todo el trabajo: ocuparse de tramitar la subvención y realizar la obra en tus ventanas.

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